Entre las novedades del curso escolar 2009-2010 está el estreno de la T-12. Esta nueva tarjeta infantil puede utilizarse en el autobús, tranvía, metro y trenes de FGC y cercanías de Renfe desde el 14 de septiembre y durante 16 meses, sin límite de viajes dentro de la zona tarifaria en la que se resida, por 35 euros. Pueden solicitarla la población de entre 4 y 12 años de edad. En Barcelona y el área de actuación de la Autoritat del Transport Metropolità (ATM), formada por 253 municipios, hay 440.000 niños de esas edades.
Fuente: La Vanguardia 11.07.2009
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De la tramitación de la tarjeta se ocupa la Entitat Metropolitana del Transport (EMT), para Barcelona y las 17 ciudades de la primera corona, y la Agrupació de Municipis amb Transport Urbà (AMTU), en el resto de municipios. Las solicitudes pueden obtenerse en internet (www.emt.cat y www.t-12.cat), en las oficinas de atención a los usuarios de los operadores de transporte público y a través de los ayuntamientos, ya sea porque las enviarán por correo o porque las facilitarán en sus dependencias. En la segunda corona también la expenden los estancos. Una vez realizado el trámite y el pago (por los sistemas establecidos en cada caso) se entrega una tarjeta provisional. La definitiva se envia por correo certificado a su titular antes de fin de año.
"Después de la integración tarifaria esta es la medida más importante de promoción del uso del transporte público que se ha tomado", destacó ayer Jordi Hereu, quien recordó que la iniciativa partió de Barcelona, que aprobó en el pleno municipal por unanimidad pedir la creación de esta tarjeta. "Además –añadió– es una de las políticas más efectivas para mantener el poder adquisitivo de las familias con hijos que viajan en transporte público de manera intensiva, principalmente para los desplazamientos de casa al colegio". La EMT ha calculado que el ahorro por persona a lo largo de los primeros 16 meses es de 380 euros.
Cada niño tendrá que validar cada viaje porque, añadió Manel Nadal, secretario de Mobilitat de la Generalitat, con la T-12 "también se pretende generar hábitos de utilización cotidiana del transporte público". El objetivo, continuó Nadal, "es que los niños perciban que se trata de un elemento de calidad que debe usarse adecuadamente". Por ello, junto a la tarjeta, que será personalizada, deberá mostrarse el DNI, pasaporte o fotocopia de su titular ya que también se quiere evitar el fraude. Una vez cumplidos los 12 años, podrá usarse hasta el 31 de diciembre de ese año.
El pago de 35 euros en concepto de coste de emisión y gestión de la tarjeta fue ayer nuevamente criticado por CiU y PP. Tras saludar la puesta en marcha de la T-12, una iniciativa que la federación nacionalista propuso el 2007 con la denominación de T-Infant, el líder de este grupo en el Ayuntamiento, Xavier Trias, reclamó su gratuidad, "tal y como se aprobó en el pleno". Lo mismo hizo el concejal popular Alberto Fernández, quien además defendió que su validez se amplíe a más de una zona tarifaria. El alcalde Hereu les contestó recordando que "con esta tarjeta pretendemos hacer pedagogía de que las cosas tienen un valor" y que, justamente por eso, "la tarjeta hay que mantenerla, cuidarla, no perderla ni dañarla".
La ATM no tiene una estimación de cuántas T-12 pueden generarse. Buena parte de los niños acuden a centros escolares a pie porque están cerca de sus lugares de residencia, con lo que sus padres podrían no estar interesados en la tarjeta. Pero también hay muchos que van a colegios más alejados y a ellos sí que les saldrá a cuenta. Si todos los beneficiarios potenciales obtuviesen la tarjeta, el coste para la Administración sería de 14 millones de euros en los primeros 16 meses. Todavía no se ha decidido si la renovación supondrá un nuevo desembolso para los interesados.
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